Los datos de los CDC muestran una caída de 173 millones de vacunas contra la gripe en 2022 a solo 155 millones en 2023.
Desde la COVID-19 hasta una intensa temporada de gripe, no hay duda de que la gente está experimentando fatiga por las vacunas. Las cifras proporcionadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades muestran que en 2022, 173 millones de estadounidenses recibieron la vacuna contra la gripe. Esta cifra se redujo recientemente a 155 millones en 2023. Esta disminución en la inmunización es una preocupación nacional, ya que pueden ocurrir focos de brotes, como más recientemente con el sarampión. Es comprensible que la gente se haya sentido agotada en los últimos años tras la pandemia. Sin embargo, es fundamental comprender por qué mantenerse al día con las vacunas y los nuevos avances beneficia su salud.
La fatiga vacunal se refiere al cansancio y la desilusión que las personas pueden experimentar con respecto a las vacunas, particularmente en campañas de vacunación prolongadas o repetidas. Es esencial reconocer que las enfermedades prevenibles mediante vacunas van mucho más allá de una amenaza singular. Enfermedades como el sarampión, la polio, la influenza y el VPH siguen siendo importantes preocupaciones de salud pública, y las vacunas ayudan a reducir su prevención. La fatiga de las vacunas puede representar una amenaza para nuestra salud pública, ya que puede permitir que se propaguen focos de estas infecciones, dejando a las poblaciones vulnerables como las más expuestas.
La inmunización continua también es importante para entrenar al sistema inmunológico para que reconozca y combata patógenos específicos, como virus o bacterias. Si omite o evita vacunarse, su inmunidad a ciertas enfermedades puede disminuir, lo que lo convierte en un objetivo para enfermarse. Mantener un calendario de vacunas también ayuda a obtener inmunidad colectiva y proteger a los niños pequeños de quedar inmunocomprometidos. Según los CDC, 9 de cada 10 personas hospitalizadas con gripe tenían al menos una afección de salud subyacente. Esta estadística refuerza la importancia de asegurarse de pensar no solo en su salud sino también en la salud de quienes lo rodean.
Existe una variedad de estrategias que puede adoptar para superar la fatiga por las vacunas. La información más reciente sobre vacunas proviene de fuentes confiables como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o los CDC. También puede discutir cualquier inquietud sobre ciertas vacunas con su proveedor de atención médica y obtener más información sobre sus beneficios y riesgos. Hablar con amigos y familiares, especialmente sobre la fatiga por las vacunas, puede aliviar el aislamiento y reforzar su compromiso de mantenerse al tanto de las enfermedades en su comunidad.
Abordar la fatiga de las vacunas requiere un enfoque multifacético que reconozca la compleja interacción de factores sociales, culturales y económicos que influyen en las decisiones de vacunación. La educación y la comprensión de los beneficios de la vacunación pueden parecer una tarea desalentadora de la que uno puede cansarse rápidamente. Sin embargo, comprender los factores subyacentes que contribuyen a la fatiga creará una comunidad más saludable y evitará enfermedades.
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Fuentes:
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades: Vacunas e inmunizaciones
Biblioteca Nacional de Medicina: Cuidado con la “fatiga de las vacunas”