La Historia de las Paperas y Cómo las Vacunas Nos Mantienen Seguros

A medida que entramos en febrero, una enfermedad común que surge en esta época son las paperas. Esta infección existe desde hace mucho tiempo, probablemente más de lo que crees, pero su impacto en niños y adultos no ha cambiado. Las paperas son una enfermedad que se propaga fácilmente de una persona a otra, haciendo que las personas se sientan cansadas y doloridas, y provocando que sus mejillas se hinchan. A veces, las paperas pueden afectar el cerebro, el páncreas o incluso los oídos, lo que puede provocar problemas de audición. La buena noticia es que hay una manera de evitar contraer este virus y es a través de las vacunas. Pero, ¿cómo descubrimos cómo detener las paperas? La historia es un gran ejemplo de excelencia científica, innovación médica y eficacia de las vacunas.

Los Primeros Casos de Paperas

Las paperas se pueden fechar alrededor del 410 a. C., cuando se anotaron en un diario. El individuo que escribió sobre las paperas notó que las mejillas de las personas se hinchaban y que se sentían mal por un tiempo, pero generalmente mejoraban. Esta fue una de las primeras veces que alguien escribió una descripción de lo que ahora conocemos como paperas.

1934: Los Científicos Descubren las Causas de las Paperas

Avance rápido hasta el siglo XX; Esta enfermedad seguía apareciendo, pero nadie sabía exactamente qué la causaba. Luego, en 1934, dos científicos descubrieron que las paperas eran causadas por un virus. Lo descubrieron estudiando monos que enfermaron a causa de un virus que se encuentra en la saliva de las personas. Este descubrimiento fue importante porque fue el primer paso para ayudar a los médicos a determinar cómo podrían desarrollar una posible vacuna.

1945: El Primer Paso Hacia una Vacuna Contra las Paperas

En 1945, los científicos lograron otro gran avance. Pudieron aislar el virus y comenzaron a estudiarlo. Unos años más tarde, en 1948, los científicos pudieron crear una vacuna que podría ayudar a proteger a las personas. Con el paso del tiempo, esta primera vacuna no funcionó por mucho tiempo, pero eso no les impidió seguir intentando mejorarla.

1967 — Un Médico Ayuda a su Hija y al Mundo

Un día, una niña llamada Jeryl Lynn contrajo paperas. Su padre, Maurice Hilleman, era científico y decidió utilizar el virus de su enfermedad para fabricar una vacuna. En 1967 se aprobó su vacuna. Este fue el punto de inflexión que condujo a la primera vacuna potente, que en última instancia ayudó a millones de personas a mantenerse saludables. Esta cepa especial todavía se utiliza en la actualidad en las vacunas contra las paperas.

1971: Vacuna Contra el Sarampión, las Paperas y la Rubéola

En lugar de aplicar a los niños inyecciones separadas contra el sarampión, las paperas y la rubéola, los científicos decidieron combinarlas en una sola vacuna llamada MMR. Esto facilitó que los niños estuvieran protegidos de las tres enfermedades al mismo tiempo. En 1989 se añadió una segunda dosis para ayudar a que la vacuna funcionara aún mejor.

1998: Un Gran Revés para la Vacuna Triple Vírica

En 1998, un médico llamado Andrew Wakefield escribió un informe en el que sugería falsamente que existía un posible vínculo entre la vacuna triple vírica y el autismo. Su estudio, en el que participaron sólo 12 niños, afirmó que habían desarrollado problemas gastrointestinales y signos de autismo después de recibir la vacuna.

A pesar del pequeño tamaño de la muestra y la falta de evidencia científica, el estudio generó un temor generalizado y provocó una disminución en las tasas de vacunación, especialmente en Estados Unidos. Finalmente se demostró que su investigación era falsa y su estudio fue retractado. Sin embargo, muchas personas se asustaron y dejaron de recibir la vacuna MMR, lo que hizo que los casos de paperas volvieran a aumentar.

2009 — No Hay Vínculo Entre las Vacunas y el Autismo

Para garantizar que las vacunas fueran seguras, los científicos realizaron muchos estudios y, en 2009, un tribunal especial de Estados Unidos dictaminó que no existía ningún vínculo entre las vacunas y el autismo. Los médicos de todo el mundo coinciden en que las vacunas son seguras e importantes para mantener sanos a los niños.

2018: Las Paperas Regresan en Algunos Lugares

Aunque se ha demostrado que las vacunas funcionan, los científicos descubrieron que la vacuna contra las paperas no dura para siempre. Algunos adultos que recibieron la vacuna cuando eran niños comenzaron a tener paperas nuevamente. Los médicos ahora están pensando en administrar una vacuna de refuerzo a los niños mayores y a los adolescentes para mantenerlos protegidos por más tiempo.

A Cuántas Personas Ha Ayudado la Vacuna?

Antes de que se creara la vacuna, alrededor de 162.000 personas contraían paperas cada año en los EE. UU. Pero gracias a las vacunas, solo se reportaron 429 casos en 2023. Eso significa que la vacuna ha salvado a millones de niños de enfermarse y tener problemas graves como sordera o infecciones cerebrales.

El Futuro de la Prevención de las Paperas

Aunque las paperas son poco comunes hoy en día, los científicos continúan trabajando para garantizar que la vacuna esté en su mejor momento. Los niños pueden necesitar una dosis adicional además de las dos que reciben cuando eran bebés y niños pequeños para garantizar una protección prolongada. Una cosa es segura: vacunarse es la mejor manera de mantener alejadas las paperas.

Fuentes:

CDC: Chapter 15: Mumps

CDC: Mumps Cases and Outbreaks

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