¿Por Qué se Necesitan Múltiples Dosis de Una Vacuna?

Si observa la lista de vacunas que necesitan los niños, podría pensar que es larga. Sin embargo, no es así. Cada vacuna desempeña un papel importante en la preparación del sistema inmunitario de los niños para protegerlos de enfermedades potencialmente mortales. Esta protección suele tardar unas semanas en desarrollarse y, en muchos casos, puede durar toda la vida. Sin embargo, algunas vacunas, como las del tétanos o la gripe estacional, requieren dosis de refuerzo ocasionales para mantener la inmunidad.

Cuando se trata de proteger a los niños de algunas de las enfermedades existentes, las vacunas son una de las herramientas más eficaces disponibles, y comprender la ciencia detrás de las vacunas puede ayudar a explicar por qué son necesarias múltiples dosis para desarrollar una inmunidad duradera.

Fortalecimiento de la Respuesta Inmune

Nuestro sistema inmunitario aprende a combatir las infecciones al enfrentarse a los gérmenes, ya sea de forma natural o mediante la vacunación. Cuando una vacuna introduce un virus o bacteria debilitado o inactivo en el cuerpo, el sistema inmunitario responde produciendo anticuerpos.

Para algunas enfermedades, una sola dosis no es suficiente para desencadenar una respuesta inmunitaria fuerte y duradera. Se necesitan dosis de refuerzo para reforzar la capacidad del cuerpo de reconocer y combatir la enfermedad en caso de exposición futura. Por eso, vacunas como la de la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTaP) requieren múltiples dosis a lo largo del tiempo.

Proporcionar Inmunidad Paso a Paso

Algunas vacunas se administran en serie porque su eficacia es mayor si se introducen gradualmente. Por ejemplo:

● La vacuna contra la hepatitis B se administra en tres dosis: la primera introduce el virus en el sistema inmunitario, la segunda refuerza la respuesta y la tercera garantiza una protección a largo plazo.

● La vacuna contra la polio se administra varias veces en la primera infancia para fortalecer las defensas y prevenir brotes.

Cada dosis actúa estratégicamente sobre el sistema inmunitario, fortaleciendo su capacidad para reconocer y eliminar los agentes causantes de enfermedades.

Compensación del Debilitamiento de La Inmunidad a lo Largo del Tiempo

Algunas vacunas requieren dosis de refuerzo porque la inmunidad de la primera dosis se debilita con el tiempo. La vacuna contra el tétanos debe repetirse cada 10 años para asegurar que el sistema inmunitario se mantenga preparado para combatir la bacteria en caso de exposición.

Esta es la misma que la vacuna contra la influenza (gripe), que se necesita anualmente porque los virus de la gripe mutan y cambian con frecuencia. La vacuna anual contra la gripe está formulada para combatir las cepas de gripe más comunes que circulan en ese momento.

Aumentar la Eficacia con Los Avances Científicos

Los calendarios de vacunación se basan en décadas de investigación y se perfeccionan constantemente a medida que se dispone de nuevos datos. Los científicos prueban y estudian las vacunas para determinar la cantidad óptima de dosis necesarias para lograr la máxima eficacia. El objetivo es minimizar los riesgos y, al mismo tiempo, garantizar la protección a largo plazo.

En sus inicios, la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) requería tres dosis, pero las investigaciones demostraron que dos dosis eran igual de eficaces en personas más jóvenes. Este ajuste reduce el número de inyecciones necesarias, manteniendo al mismo tiempo el mismo nivel de protección contra los cánceres causados ​​por el VPH.

¿Demasiadas Vacunas Pueden Saturar el Cuerpo?

Una preocupación frecuente es si recibir múltiples vacunas puede sobrecargar el sistema inmunitario. Sin embargo, la investigación científica demuestra que el sistema inmunitario está capacitado para manejar múltiples vacunas a la vez. Diariamente, los niños se encuentran con miles de bacterias y virus en su entorno, y la cantidad de antígenos (sustancias que desencadenan una respuesta inmunitaria) en las vacunas es pequeña en comparación con la que el cuerpo encuentra de forma natural.

El sistema inmunitario es adaptable y capaz de responder a múltiples amenazas simultáneamente. Las vacunas se prueban y programan cuidadosamente para garantizar que no sobrecarguen el sistema inmunitario.

Omitir vacunas por temor a recibir demasiadas dosis puede exponer a un niño a contraer enfermedades prevenibles, lo cual puede ser mucho más peligroso que cualquier efecto secundario temporal de la vacunación.

La Vacunación Salva Vidas

Asegurarse de que sus hijos sigan el calendario de vacunación y reciban todas las vacunas necesarias según los calendarios es fundamental para prevenir enfermedades graves. Saltarse dosis puede dejarlos parcialmente protegidos, lo que aumenta el riesgo de infección y propagación.

Las vacunas son seguras, están rigurosamente probadas y su eficacia se controla continuamente. Completar la serie completa de dosis de vacunas fortalece el sistema inmunitario, previene brotes y protege a las futuras generaciones de enfermedades, como el sarampión, que antes eran mortales.

Fuentes:

CDC: Reasons to Vaccinate

National Foundation for Infectious Diseases: 10 Reasons to Get Vaccinated

U.S. Food and Drug Administration: Vaccines for Children — A Guide for Parents and Caregivers

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