Los Riesgos y Cómo Proteger a Los Niños de la Hepatitis A

Existen diversas enfermedades y virus a los que los padres deben estar atentos, especialmente con recién nacidos o niños pequeños. Una enfermedad que a menudo se pasa por alto es la hepatitis A, una infección del hígado causada por el virus de la hepatitis A (VHA). Si bien no se habla tanto de ella como de otras enfermedades prevenibles mediante vacunación, la hepatitis A puede causar enfermedades graves en los niños.

¿Qué es La Hepatitis A?

Existen cinco tipos diferentes de hepatitis: A, B, C, D y E. La hepatitis A es un virus altamente contagioso que afecta al hígado. A diferencia de las hepatitis B y C, no causa daño hepático a largo plazo, pero aun así puede causar enfermedades graves, especialmente en niños pequeños. El virus se propaga fácilmente, sobre todo en zonas con saneamiento deficiente o donde no se siguen las prácticas de higiene de forma constante.

Aunque la mayoría de las personas se recuperan completamente de la hepatitis A, la infección puede durar semanas o incluso meses, causando molestias e interrupciones en la vida cotidiana. En casos excepcionales, puede provocar complicaciones graves, especialmente en niños con afecciones hepáticas preexistentes.

¿Cómo los Niños Contraen Hepatitis A?

La hepatitis A se propaga principalmente por vía fecal-oral, lo que significa que se transmite cuando una persona ingiere el virus sin saberlo tras entrar en contacto con objetos, alimentos o agua contaminados, o con una persona infectada.

Los niños pequeños son vulnerables porque el virus se propaga fácilmente a través de una mala higiene de manos. Algunas de las formas más comunes en que los niños contraen la hepatitis A incluyen:

● Consumir alimentos manipulados por alguien que no se lavó bien las manos después de ir al baño.

● Beber agua o comer productos agrícolas contaminados con el virus, lo cual puede ocurrir al viajar a ciertas regiones.

● Tocar superficies contaminadas, como juguetes u objetos compartidos, y luego llevarse las manos a la boca.

● Tener contacto cercano con una persona infectada, incluyendo compartir utensilios o artículos personales.

● Estar expuesto en guarderías o escuelas, donde los brotes pueden propagarse rápidamente.

Dado que el virus puede sobrevivir en superficies durante largos periodos, se propaga fácilmente en entornos grupales.

¿Qué sucede si un niño contrae hepatitis A?

No todos los niños presentan síntomas al infectarse con hepatitis A, pero cuando los presentan, la enfermedad puede durar varias semanas o incluso meses. Los síntomas pueden variar de leves a graves e incluir:

● Fiebre

● Pérdida de apetito

● Náuseas y vómitos

● Dolor abdominal

● Orina oscura y heces pálidas

● Coloración amarillenta de la piel o los ojos (ictericia)

Si bien la mayoría de los niños se recuperan completamente sin efectos a largo plazo, la hepatitis A a veces puede requerir hospitalización, deshidratación y, en casos excepcionales, complicaciones hepáticas graves.

¿Cuándo Deben los Niños Recibir la Vacuna Contra la Hepatitis A?

La vacuna contra la hepatitis A es la forma más eficaz de proteger a los niños de la infección. Forma parte del calendario de vacunación infantil de rutina en Estados Unidos.

El calendario de vacunación recomendado incluye:

● Primera dosis: Se administra entre los 12 y los 23 meses de edad.

● Segunda dosis: Se administra al menos seis meses después de la primera dosis.

Si un niño no fue vacunado de pequeño, puede recibir la vacuna a cualquier edad. Se recomienda para niños que viajan a países donde la hepatitis A es común, asisten a guarderías o viven en comunidades donde se sabe que hay brotes. La vacuna proporciona protección a largo plazo y es muy eficaz para prevenir la infección.

¿Cómo Pueden los Padres Prevenir la Hepatitis A?

Hay varias medidas que los padres pueden tomar para proteger a sus hijos de la hepatitis A. Enseñar y fomentar buenos hábitos de higiene siempre es importante para reducir el riesgo de transmisión de enfermedades. Algunas medidas clave de prevención incluyen:

● Asegurarse de que los niños se laven bien las manos con agua y jabón, especialmente después de ir al baño y antes de comer.

● Asegurarse de que todos los alimentos estén bien cocinados y preparados en condiciones sanitarias.

● Proporcionar únicamente agua potable limpia y segura, especialmente al viajar.

● Evitar compartir utensilios, vasos o artículos personales con otras personas.

La Hepatitis A es una enfermedad grave pero prevenible. Al garantizar que los niños reciban las vacunas recomendadas y mantener una buena higiene, los padres pueden reducir significativamente el riesgo de infección. Si no está seguro de si su hijo está vacunado, consulte con su pediatra para que lo mantenga al día.

Fuentes:

CDC: Hepatitis A Vaccine Administration

U.S. Department of Health and Human Services: Hepatitis A Basic Information

WHO: Hepatitis A

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